BIENVENIDOS

Bienvenidos a esta sala de profesores. Gracias por compartir conmigo las ganas de pensar sobre educación.



martes, 9 de diciembre de 2014

COMPENSATORIA



 


Me gustaría que este artículo se leyera como quien escucha un clamor. No voy a perder la compostura; es solo que la indignación de los centros educativos tiene que escucharse.

La partida dedicada a la Educación Compensatoria en los Presupuestos Generales del Estado para 2015 ha descendido a 5,2 millones de euros, lo que supone una reducción cercana al 90% con respecto al año anterior, que se suma a la reducción en otro 68% en los presupuestos de 2013 respecto a 2012. Estas políticas de recortes en la atención educativa a grupos en dificultad social, que masacraron la escolarización temprana y los programas PROA, ahora terminan nada menos que con la Compensatoria.

¿A quién se le ha ocurrido cometer este gravísimo error? ¿Es que se desconoce el trabajo que realizan estos programas? No es solo porque garanticen la igualdad de oportunidades, derecho constitucional y humano. No es porque equilibren las dificultades de origen de muchos niños. No es porque reduzcan la tasa de abandono escolar de una población vulnerable. Es porque, al negar la compensación educativa a los alumnos con desfase curricular o que pertenecen a minorías culturales, se hipoteca el futuro de miles de ciudadanos a quienes se priva de la que puede ser su única oportunidad para aprender, integrarse con éxito en la sociedad, trabajar dignamente, progresar. Y no hay derecho. Lo repito: no hay derecho.
Con esta medida, España definitivamente no podrá cumplir los objetivos de la estrategia Europa 2020:
elevar el nivel educativo y reducir la tasa de abandono escolar prematuro al 10%. No hemos dado ni un solo paso adecuado para lograrlos aunque son de obligado cumplimiento para los miembros de la UE.

El pasado mes de octubre, la secretaria de Estado de Educación, Formación Profesional y Universidades aludió a este descenso en la partida del Programa de Educación Compensatoria para redirigir la financiación en 2015 al Programa de Educación Secundaria, Formación Profesional y Escuelas de Idiomas. No creo que haga falta explicar que la finalidad del primero es prevenir y compensar desigualdades en educación derivadas de factores sociales, económicos, culturales, geográficos, étnicos o de cualquier otro tipo, mientras que los programas para Educación Secundaria, Formación Profesional y EOI fijan sus objetivos en “la escolarización del alumnado, la mejora de la calidad de los centros educativos, el mantenimiento de la oferta educativa en las Escuelas oficiales de Idiomas, y realizar actuaciones específicas de Formación Profesional, en materia de cualificaciones y en centros privados concertados.” Estos objetivos no son banales, claro que no, pero si estamos saliendo de la crisis, tal como proclaman, debería haber ya presupuesto para todo.

Mañana por la mañana, el extraordinario maestro que lleva la compensatoria en mi colegio vendrá de nuevo a por los cinco chiquillos de mi clase que la reciben. Gracias a él están motivados, viven por primera vez experiencias de éxito, quieren aprender más, les está gustando leer, escribir y contar. ¿Es el último curso en que esto sucede? ¿De verdad nos despojan de la posibilidad real de mejorar vidas de niños y jóvenes? Es probable que el efecto de este recorte no se vea de inmediato en los despachos –en las aulas será dramático, ya lo anticipo- pero la ausencia de los programas de refuerzo, becas, comedores escolares, libros, departamentos de orientación, profesores de apoyo y todas las demás ayudas tendrá consecuencias demoledoras en el medio plazo.

 Ruego a las comunidades autónomas que no abandonen a su suerte a la educación compensatoria. Las élites no necesitan apoyo y van a estudiar en Harvard de todas maneras. Los gobernantes configuran el futuro de los chicos y chicas que viven en los pueblos y los barrios. Son muchos y pedirán explicaciones.

 Nuestro sistema educativo se agota. Las desigualdades aumentan. ¿Otra vez las dos Españas machadianas, que han de helarnos el corazón? Esta vez la de quienes pueden estudiar y la de los abandonados a su suerte. Es un panorama dantesco. Duele.

Artículo escrito para el periódico Escuela.

lunes, 8 de diciembre de 2014

PESCADOR


 

Entonces el niño, a la orilla del mar de Omán, mostró el puñado de peces que llevaba envuelto en el seno, me miró con los ojos brillantes y dijo: “Para mis hermanos es la comida de hoy y tal vez la de mañana.”

Yo no me había dado cuenta hasta ese momento de que aquel chiquillo que jugaba junto a la orilla estaba trabajando. Me parecía que saltaba para salpicar a los amigos, que era un gamberrete descalzo más, alguien irrelevante. Y resulta que era pescador y sostenía a su familia.

De vez en cuando deberíamos detenernos a pensar sobre la realidad que nos rodea, sobre cómo nos afecta y lo que aportamos a ella. Es una paradita necesaria porque si seguimos siempre adelante, sin reflexionar sobre el presente, terminamos viviendo como quien camina muy deprisa pero sin saber por qué lo hace ni a dónde va, a lo loco. Y en esto pienso ahora que se termina el trimestre: ¿Ha servido para algo tanto esfuerzo? ¿Contrarresto yo, de alguna manera, el mensaje negativo que reciben los niños de esta sociedad asfixiante? ¿Les enseño algo o aprenden solos? ¿Estoy educando o simplemente escribo en el agua?

Era mediodía y las olas del mar de Omán acariciaban la orilla. Sonreí al muchacho y le pregunté: “¿Estás contento de haber aprendido a pescar?” Él me dijo mientras se alejaba con su pequeño tesoro en el vientre: “¡Claro que sí! No es mucho pero sin ese aprendizaje mi vida hubiera sido completamente diferente.” Antes de perderle de vista, grité: “¿Y llevas tiempo en esto?” ´Él se detuvo, volvió a mirarme y con una sonrisa que le iluminó toda la carita me respondió: “Apenas unos meses. Me enseñó una persona muy sencilla, nadie importante o que salga en los periódicos. Un simple maestro.”

 

martes, 2 de diciembre de 2014

¿Qué es una mariposa?

 
 
 
 
 
 
¿Qué es una mariposa? ¿Un minuto de belleza entre la oruga y la nada? ¿El resultado efímero de una metamorfosis? ¿Un recordatorio de la fugacidad del tiempo? ¿Una mariposa es un “apenas”, un “ya se fue”?


No; una mariposa es un ser vivo bello y pleno que despliega sus alas y sabe volar. Es una belleza que nos detiene y nos distrae de la preocupación. Parece estar dibujada de colores para provocar la sonrisa de un niño. Una mariposa es un presente.


Y, por cierto, ¿qué es un niño? ¿Es un ser incompleto, un proyecto de futuro, una transición? ¿Es un “menor”, un “menos que”, un “todavía no es”? ¿Un receptor pasivo de los cuidados y descuidos del adulto? ¿Una arcilla barata que sirve solo para ser moldeada?


No; un niño es un sujeto pleno y real que desenvuelve su vida aquí y ahora. Cada niña, cada niño aporta algo singular a la familia y la sociedad, y no solo recibe pasivamente de ellas. La infancia y la adolescencia no son simples etapas de tránsito sino momentos de la biografía concreta de seres individuales. Un niño siempre es una persona completa y total. Un niño es un presente.


Y tú, ¿qué eres? ¿Un caminante que no se detiene nunca? ¿Una pieza del engranaje de la comunidad? ¿Un saco de obligaciones? ¿Un ente zarandeado por las circunstancias? ¿El consumidor de los anuncios, el porcentaje de las encuestas? ¿Un rescoldo de juventud? ¿Un proyecto de ancianidad?


No; tú eres único, eres única. Constituyes una parte imprescindible de tu entorno porque aportas muchísimo sentido a la vida cotidiana. Eres una fuente de valores, un espejo en el que alguien se mira, la encarnación de tus propios sueños. Vives y, por tanto, estás en tránsito, abierto a mil posibilidades, pero eres siempre y en toda circunstancia una persona completa, digna y plena. Tú eres un presente.
 
Intuyo que el presente es el lugar desde el que nos mira Dios.
 
Artículo escrito para la revista 21RS