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Bienvenidos a esta sala de profesores. Gracias por compartir conmigo las ganas de pensar sobre educación.



lunes, 28 de julio de 2014

La niña que salvaba libros en Gaza


Entre todas las imágenes terribles de este terrible mes de julio hay una que me ha emocionado especialmente: la de esta niña palestina que rescata sus libros de los escombros tras los bombardeos de Gaza.

Pienso que esta pequeña es el símbolo de lo que las escuelas pueden hacer para mejorar el futuro, porque el objetivo último de la educación es que no haya más guerras. Nunca.
 
Mientras rescata sus libros nos envía a todos un mensaje de esperanza: fue la belleza quien derrotó a la bestia. La niña de Gaza, serena y bella, que abraza a través de la educación y la cultura un futuro mejor, nos asegura que el mundo será para ella. Que ella ganará. 
 
El corazón de todos los docentes está hoy con esta niña de Gaza.

sábado, 5 de julio de 2014

Algunas preguntas y respuestas sobre padres, hijos y vacaciones de verano


 

 


 

Las vacaciones son los días de disfrute que todos estamos esperando. Sin embargo, en muchas ocasiones, son difíciles de afrontar. Sencillamente, no sabemos muy bien qué hacer con nuestros hijos. Y no solamente durante ese mes de vacaciones de ellos que no coincide con las nuestras. En muchos casos, por desgracia, ni siquiera sabemos qué hacer cuando estamos todos juntos.

Sin embargo, las vacaciones, el tiempo de estar juntos y descansados, deberían ser siempre una fuente de energía para afrontar los retos del año.

 
Sin pretensión de dar infalibles “recetas de cocina”, y sabiendo que cada familia es diferente, me gustaría contestar a algunas de las preguntas que durante muchos años me han realizado los padres de mis alumnos. Son respuestas que pongo yo en práctica en mi familia y con mis hijos.

 
Pero antes y para empezar con buen pie, hay que hablar del PRIMER DÍA DE VACACIONES. Los niños o jóvenes llegan a casa con un montón de carpetas y cuadernos llenos de trabajos: HAY QUE VERLOS, SENTARSE CON ELLOS, PASAR LAS HOJAS Y COMENTARLOS. Esos trabajos y dibujos muestran muchas horas de esfuerzo en la vida de nuestros hijos. Les parecerá increíble que no les demos ninguna importancia. NO ES EDUCATIVO MOSTRAR INTERÉS POR EL RESULTADO (LAS NOTAS ) Y NO POR EL PROCESO.

Si actuamos así, no estamos valorando el camino sino la meta. Y, según todos los poetas que han existido, la meta es el camino.

 

1.¿RUTINA O ANARQUÍA?

Nuestros hijos necesitan pautas y referencias. A partir de ellas, desarrollan su propia libertad. Hay que encontrar la “rutina del verano”, más suave y menos impositiva que la del invierno, pero muy necesaria para dotar de contenido a unas vacaciones larguísimas.

Leer un rato antes de bajar a la playa, realizar algunos ejercicios de un cuaderno de vacaciones después de comer...

Si lo pensamos, también los adultos tenemos una “rutina de verano”, que, por contraste, nos relaja y nos descansa.

 

2.¿HAY QUE HACER DEBERES EN VERANO?

La respuesta varía según edades y circunstancias. Los más pequeños pueden dedicar un ratito a leer, los que han suspendido alguna asignatura deben dedicar al estudio algunas horas. Las vacaciones se pueden distribuir: si estamos sólo quince días en la playa, deben ser de descanso absoluto. Si los niños pasan dos meses en el pueblo, pueden hacer algo cada día sin problemas...

En general, lo más recomendable es pactar unos días de descanso absoluto para todos y el resto, buscar una rutina en la que entre un poco de trabajo.

 

3.¿SON RECOMENDABLES LOS CAMPAMENTOS?

En muchos casos, el trabajo de los padres los hace inevitables. Lo que no debe ocurrir nunca es que coincidan con las vacaciones de los padres. No se puede dar a un hijo la sensación de que mi descanso depende de su ausencia. Las vacaciones son un momento privilegiado para estar juntos.

Para los niños sin hermanos o con algunas dificultades de relación son muy beneficiosos. También en el caso de niños sobreprotegidos. Sin embargo, no soy partidaria de “obligar a ir”, ni de mandar a niños muy pequeños.

 

4.¿ES BUEN MOMENTO PARA INTRODUCIR HÁBITOS?

Es muy buen momento para los hábitos de salud y de higiene, desde el control de esfínteres en un bebé a la ingestión de fruta y verdura en el niño con problemas de peso; también, para iniciarse en la práctica de muchos deportes o de un idioma. No es buen momento para adquirir los hábitos de estudio.

Es el momento idóneo para abrir fronteras a nuestros hijos con un viaje y para estrechar lazos familiares, por ejemplo, con los abuelos.

Si tenemos hijos adolescentes de cierta edad, es indispensable una conversación seria y profunda sobre los hábitos de salud referentes a la sexualidad.

 


5.¿ SE VE MÁS TELEVISIÓN EN VERANO?

Si no se encuentra una rutina educativa, puede ser lo único que se haga. Tenemos que ofrecer a los hijos alternativas serias a la tele, aunque nos cueste un esfuerzo.

Es imprescindible fomentar la reunión alrededor de la mesa. Seguro que en vacaciones podemos comer y cenar juntos la mayoría de los días, pues bien: sin tele, hablando..., contándonos nuestra vida o contando chistes pero sin renunciar a ese enriquecimiento.

 

 
6. ¿ES CONVENIENTE VIAJAR CON LOS NIÑOS?

A partir de cierta edad, cuando poseen ya autonomía y se pueden adaptar a cambios de comidas, viajar con los hijos es un maravilloso enriquecimiento. Ver mundo, adaptarse, conocer, ver en realidad el monumento que se estudió, defenderse diciendo “buenos días” o “gracias” en otra lengua (que no tiene por qué ser la autóctona de Bora- Bora, puede ser el gallego o el catalán), crea en los hijos unas pautas de conducta para siempre. Tendrán “mundo”, serán más abiertos y tolerantes.

Si es materialmente posible, creo que no se puede renunciar al privilegio de viajar en familia.

 

7 ¿CÓMO SE DEBEN ABORDAR LOS SUSPENSOS?

 Con realismo. Sin reacciones volcánicas o castigos apocalípticos que siempre tienen en el adolescente un efecto de rebote.

Hay que pedir una responsabilidad al hijo. Tiene que ver que el resultado responde a una actitud de él. Quiero creer que a ningún padre le coge un suspenso en junio de sorpresa, porque siempre se ve venir, corresponde a una serie de calificaciones negativas anteriores.

El mal estudiante tiene que elaborar una rutina de verano más planificada y seria y responder de ella. Los castigos que no estén relacionados con lo estrictamente académico: sin tele, sin postre, sin fiesta en casa de los amigos...sólo sirven para deteriorar la confianza.

 
 

8.¿ Y SI ESTAMOS SEPARADOS?

Si sólo se dispone de quince días o un mes al año para compartir con los hijos, hay que procurar hacer compatible las ganas de estar juntos y la diversión con la necesidad de orden y la tranquilidad del niño. No es mejor padre el que da más diversión y locura , sino el que da más seguridad y tranquilidad.

Hay que vivir esas vacaciones con naturalidad, aprovechar para hablar, para compartir. Si el niño debe adaptarse a la convivencia con una persona nueva, naturalidad es la palabra clave.

Es imprescindible que el niño viva una cierta continuidad de hábitos entre las dos familias. Y nunca, nunca aprovechar para arreglar con él cuentas que no le corresponden.

 
 

9. ¿SIRVE EL VERANO PARA ALGO MÁS QUE PARA PASAR EL TIEMPO?

Fundamentalmente debe servir para desarrollar la propia personalidad, las aficiones...lo que se denomina OCIO CREATIVO.

Para que el aficionado a la lectura, lea; el pintor, pinte; el deportista, se machaque; el cocinillas, cocine; al que le encante tumbarse a la bartola, medite al sol; el sociable no se separe de su pandilla... Nuestros hijos muestran desde muy pronto sus aptitudes, sus tendencias y es nuestra responsabilidad facilitarles los medios para que los desarrollen.

Hablar del cine en familia...

 

Y, SOBRE TODO, EL VERANO SIRVE PARA CONVIVIR EN FAMILIA.

 

 ALGUNAS IDEAS

 

·       ¿Por qué no invitar a un primo que vive fuera durante una semana y hacer el viaje soñado por nuestra propia ciudad?

·       ¿Por qué no ver juntos y en familia algunas películas clásicas en vez de Hotel Glamour? Son obras de arte, sorprendentes para ellos y las disfrutan de veras. Para nosotros es como volverlas a ver por primera vez.

·       ¿Por qué no practicar algún deporte todos juntos? Para la vela hace falta un nivel económico, pero...¿y para el tenis?

·       ¿Por qué van a disfrutar más de Disney World que de París? ¿No subestimamos a nuestros hijos?

·       ¿Qué tal que el inapetente sea el encargado de preparar la ensalada o de hacer un batido? Va a disfrutar y aumentará su interés por la comida.

·       ¿Qué tal comprarse una guía de astronomía y aprovechar las noches de verano para ver y nombrar a las estrellas?

·       Las madres que llegamos agotadas al verano para seguir estando a disposición de los demás, no dejemos de tener presente que, a pesar de todo, cada verano sigue siendo maravilloso y único.