BIENVENIDOS

Bienvenidos a esta sala de profesores. Gracias por compartir conmigo las ganas de pensar sobre educación.



jueves, 2 de junio de 2011

EXCELENCIA, ESA PALABRA


Se ha hablado mucho durante la campaña electoral de la excelencia educativa, con discursos llenos de ocurrencias y faltos de sentido de Estado, que vacían de contenido ese concepto fundamental. Sin embargo tenemos que abordar la excelencia porque las transformaciones sociales nos están llevando a una nueva época de la historia.  Y con demasiada frecuencia perdemos la perspectiva de que el proceso de la educación no es una sucesión de células aisladas que van superando sus retos sino un solo reto. El reto de todos.

Seguramente diríamos que la educación:
  • debería ser excelente en la preparación intelectual y en la exigencia que permita obtener de cada uno lo máximo que pueda aportar. A cada uno quiere decir a todos. Para esto hay que poner el sistema educativo en general y la enseñanza pública en particular en el primer plano de los intereses. Y hay que atreverse ya de una vez a cambiar lo que no funciona;
  • debería estar imbuida de los derechos y deberes que constituyen nuestro marco social;
  • debería ser capaz de desarrollar en los jóvenes el sentido crítico que les permitiera sentirse sujetos en este mundo lleno de objetos;
  • debería ser respetuosa con las creencias íntimas porque el nuevo mundo va a ser menos estructurado y más individual y grupal;
  • debería ser integradora y solidaria, hecha para la persona. 
  • El sistema educativo debería ser capaz de superar las desigualdades del origen social o económico.
  • Debería estar diseñado con visión de futuro.

Para conseguir esto:
Cada alumno debería decir yo. Es hora de recuperar para los jóvenes la propia responsabilidad en su desarrollo, como elemento clave de la madurez y la libertad.
La palabra que corresponde decir a la familia es vínculo. La vinculación con los hijos obliga a educarles. Hay que ayudar a la familia a desempeñar su papel protagonista.

La palabra que corresponde a la escuela es apertura.  La labor del profesor es hacer inteligibles las formas de la vida humana y mostrar el camino que nos ha traído hasta donde estamos.

La palabra que corresponde al diseño del sistema educativo es flexibilidad. Sobran explicaciones.

La palabra que corresponde al entorno es sociedad, que viene del hecho de que somos socios, también y sobre todo en la tarea educativa.

La palabra que corresponde a los políticos es futuro. No el del próximo ganador de las elecciones sino el de los niños de hoy cuando sean adultos.

La palabra que corresponde a los medios de comunicación social es ética. Es imprescindible que reconozcan su influencia sobre la educación y actúen en consecuencia.

Y para todos, la palabra común es responsabilidad. Sólo desde ella podremos conseguir la educación excelente, que es una cúpula de mosaico cuyas teselas son las excelencias de todos.

Hay que establecer la necesidad de que un discurso razonado, pensado,  justificado, preceda a la acción en la tarea educativa. Para qué es la clave de todo, y son solamente dos palabras.

1 comentario:

  1. Fco. Javier Repilado9 de junio de 2011, 10:02

    En mi opinión debemos pretender una excelencia que vaya más allá de una etiqueta identificativa, un sello de calidad o una "denominación de origen" que se otorgue a tal o cual centro.
    Fco. Javier Repilado

    ResponderEliminar