BIENVENIDOS

Bienvenidos a esta sala de profesores. Gracias por compartir conmigo las ganas de pensar sobre educación.



jueves, 22 de julio de 2010

LOS MODELOS

“Las cifras de audiencia son mi ética; que suban es mi único mandamiento.”
Paolo Vasile, director de una cadena de televisión.

En el proceso educativo actúan tres agentes principales que presentan a los niños y adolescentes modelos de conducta, valores. El modelo familiar, en el que uno nace, es la primera y principal referencia. Los hábitos saludables, la autoestima, la ética individual, que te hace responsable de tu carácter, tienen su ámbito natural en la familia. Más tarde entra en juego el modelo social que representa la escuela. La dinámica escolar educa en la convivencia, la ciudadanía y la cultura, pero sólo puede transmitir parcialmente valores como la responsabilidad, la austeridad o la disciplina, y difícilmente puede actuar ante la disminución del tiempo de convivencia familiar o la dejación de las responsabilidades paternas.

En estos momentos de cambio social, es importante transmitir a los jóvenes una escala de valores bien establecida, sobre la que puedan construir su propia escala personal. Sin embargo, esta tarea, eminentemente educativa, precisa de la convicción de los poderes públicos sobre la importancia de la educación para el futuro, del compromiso de los padres ante su derecho y su deber de educar, y del rechazo de los ciudadanos hacia los modelos de conducta que presentan muchos programas de televisión. Porque los medios de comunicación son el tercer, y cada vez más influyente, modelo educativo. Pero nosotros, con nuestra inapelable libertad para aceptar o rechazar lo que nos ofrecen, somos la audiencia.

Por cierto, la televisión pública anuncia el aumento de su franja horaria de protección a la infancia. Buena noticia.

miércoles, 14 de julio de 2010

UNA LECCIÓN.

La gente joven - esa que aparece en los estudios sociológicos retratada con tinta negra - nos ha dado esta semana una gran lección. No tienen complejos, han viajado mucho ya, saben que fuera de nuestras cuatro paredes no somos otra cosa más que españoles, así que se han envuelto en una bandera rojigualda que, de repente, no tiene ya connotaciones ideológicas, y junto a ella han colocado, en convivencia amable, las asturianas, andaluzas, catalanas o gallegas. Cantan "yo soy español, español, español". Dicen viva España. Y nos permiten a los adultos contestar ¡Viva!, en voz más alta que nunca. Sin complejos. En realidad han denunciado claramente y sin pretenderlo la brecha artificial entre la sociedad y cierta clase política.

Nos han dado también una lección sobre los valores. El esfuerzo, la disciplina, la solidaridad, la generosidad, la alegría, la deportividad, el proyecto personal han brillado esta semana como lo que son: herramientas de la vida buena. Los jóvenes valoran estos valores, saben que funcionan, que sirven para conseguir objetivos vitales. ¿Cómo hemos podido pensar que no era así?

Gracias, jóvenes de España, por quitarnos esta semana a los viejos la naftalina de los complejos antiguos. Gracias Íker, Iniesta, Villa, Xabi, Rafa, Pau, por ayudarnos a educar, por servirnos de modelos. Gracias Del Bosque por traernos aromas de la bonhomía de los viejos maestros.

¡Qué alegría!

jueves, 1 de julio de 2010

LIBERADOS SINDICALES

En los últimos tiempos se ha abierto la veda para el acoso y derribo de los liberados sindicales. Pasada ya la época de cazar políticos corruptos o banqueros egoístas – y tal vez para facilitar precisamente que no se hable de ellos- los liberados sindicales han llegado a convertirse en el enemigo público número uno de nuestra sociedad abierta a todos los vientos, y no hay tertulia mediática que no subraye con trazo grueso la amenaza que suponen los sindicatos para la estabilidad social.

Yo soy liberada sindical. De ANPE, un sindicato independiente y profesional, que se mantiene con las cuotas de sus casi setenta mil maestros y profesores afiliados de toda España. Un sindicato que no juega a la política, que no mantiene ni derriba gobiernos sino que se emplea a fondo en exigirles que desarrollen mejoras para la educación. Como todos los delegados de ANPE, soy una profesora - ¿qué otra cosa si no?- que trabaja para los profesores. Que trabaja mucho. La gente de ANPE hace, en representación del profesorado, lo que éste no puede hacer: aparecer en la prensa y la televisión presentando la realidad de la profesión docente, aportar puntos de vista profesionales a los debates sociales sobre educación, trasladar la voz de los docentes a los ámbitos de la administración. El trabajo de la gente de ANPE mueve realidades como la idea de autoridad de los docentes, el Defensor del Profesor, el documento para el pacto por la educación- al que hemos aportado las propuestas más valiosas-, y presta servicios efectivos a los profesores.

A lo mejor hace falta distinguir bien entre las diversas realidades y dejar ya de una vez las generalizaciones y el trazo grueso, tan caros al siglo XX. Caramba, estamos en el siglo XXI. Se acabaron los estereotipos y hay que mirar cada porción de la realidad en primer plano, muy de cerca. Ni vale decir "los políticos son corruptos" – así en general- , ni "los periodistas están vendidos", ni "los liberados sindicales son parásitos". No somos todos iguales. Igual de malos, se entiende, porque para las valoraciones positivas no hay espacio. La gente que hace bien su trabajo, con seriedad y dedicación, lo hace bien, sean políticos, periodistas o liberados sindicales. ANPE, que representa sólo a los profesores, hace bien su trabajo.